Lo buscaron hasta que lo encontraron, recuerda Camila, una madre orureña que pese a las dificultades que atravesó logró que su pareja cumpliera con la asistencia familiar después de abandonarla.

Camila es madre de dos hijos, trabajadora y luchadora por el derecho de sus pequeños. Ella fue víctima de violencia económica cuando el padre de sus hijos se negó a pagar las pensiones para cubrir algunas de sus necesidades.

“Cuando mi esposo nos abandonó y no supe nada de él. Me dieron la información para poder poner la demanda. Así que le hice buscar con las autoridades; una vez que puse yo la demanda, él se negó de muchas formas, pero con la ayuda de la abogada conseguimos las pensiones”, cuenta.

Cuando ella vivía con su pareja también fue víctima de violencia psicológica, ya que el padre de sus hijos la maltrataba verbalmente.

Después de recibir el apoyo de una abogada y lograr que su pareja pague lo que corresponde, está más tranquila, aunque reclama que el dinero asignado para el pago de la asistencia familiar para sus pequeños, no es suficiente.

 “El monto que él nos da ahorita no es suficiente, ya que hay gastos que no lo pueden cubrir, ya que mis hijos están estudiando y siempre hay gastos de más, también se pueden enfermar y no, no cubre el monto que él me”, indica.

 

Mujeres Despatriarcalizadas

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